Frutas frescas o frutas deshidratadas. ¿Cual es mejor comer?

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Frutas deshidratadas y frutas frescas

Frutas deshidratadas

Las frutas son deliciosas, pero muchas veces creemos que en sí mismas son sanas y no las consumimos de forma adecuada, por lo que en vez de aportar a nuestra dieta sana, terminan entorpeciendo nuestros objetivos. Las frutas deshidratadas son aquellas que han perdido la mayor parte del agua que las compone.

Actualmente, esta forma de presentación de la fruta está ganando mucha popularidad. A su favor se afirma que la deshidratación potencia las propiedades y nutrientes de los alimentos una vez que pierden toda su agua. Además, una vez sin agua, puedes conservar estas frutas deshidratadas mejor y disfrutar de sus beneficios en cualquier época del año. No solo cuando están de temporada.

A pesar de esto, nada se puede comparar con el sabor de una buena fruta fresca. De hecho hay quienes afirman que comerlas de esta forma evita que engordes porque contienen menos azúcar.

¿Entonces, quién está en lo cierto? ¿Es mejor comer fruta fresca o deshidratada?

A continuación te contamos todo sobre este debate, tanto si te estás iniciando en el mundo del cuidado personal como si simplemente buscas comer de forma más saludable. Al final del post sabrás de qué forma consumir estos alimentos deliciosos.

A continuación enumeramos los factores a analizar.

¿Qué presentación de la fruta concentra más nutrientes?

Muchas personas creen que durante el proceso de deshidratación, las frutas pierden sus nutrientes esenciales. Pero la realidad se aleja mucho de esto.

Las frutas deshidratadas concentran mucho más sus vitaminas y minerales una vez que se les extrae el agua, excepto con la vitamina C que es hidrosoluble.

¿Cuál tiene más calorías, la fruta fresca o la deshidratada?

Uno de los errores más importantes que suele cometer la gente a la hora de adquirir frutas deshidratadas, es pensar que son lo mismo que las frutas confitadas.

Éstas últimas tienen elevadas cantidades de azúcar, ya que se sumergen en almíbar para facilitar su conservación. Pero las frutas deshidratadas simplemente pasan por un proceso donde pierden el 80% de su contenido de agua.

Sin embargo, a pesar de que a simple vista el proceso de deshidratación no altera los componentes de la fruta, debemos decir que al perder agua, el nivel de fructosa se concentra más y por ello estas frutas tienen un sabor más dulce.

Esto no quiere decir que si deshidratas una manzana, ésta tendrá más calorías, sino que dicha cantidad original se va a concentrar en mayor proporción en trozos de menor tamaño. Pero el proceso de deshidratación en sí, no multiplica la cantidad de calorías de una fruta.

Para verlo más claro, debes saber que una ración de 25 gramos de fruta deshidratada, equivale a 100 gramos de fruta fresca. Esto quiere decir que si te comes 100 gramos de manzana deshidratada, realmente te estás comiendo más de una manzana fresca. Y es así que tu organismo ingiere más calorías.

¿Cuál se conserva mejor?

En este aspecto debemos admitir que la fruta deshidratada es ganadora, ya que no perece tan pronto como la fruta en su presentación natural.

De hecho, la fruta deshidratada puede aguantar hasta 6 meses en perfectas condiciones si se almacena en un lugar hermético y seco.

¿Qué tipo de fruta es más práctica?

Debemos reconocer que la fruta deshidratada es mucho más práctica a la hora de consumir, ya que puedes disfrutar de sus beneficios durante todo el año. Incluso puedes llevártela a tu trabajo o a la escuela a modo de snack saludable.

En cambio, las frutas frescas ocupan mucho más espacio, pesan más y en muchos casos se aplastan, magullan o se derraman debido a su concentración de agua, generando desastres desagradables cuando queremos llevarlas con nosotros.

Sin embargo, hay que admitir que la fruta fresca es más versátil cuando se trata de incorporar otro tipo de recetas como batidos, helados, zumos y postres.

Asimismo, muchos padres utilizan frutas deshidratadas en el desayuno de sus hijos para que adquieran sus nutrientes si no son amantes de su sabor. Esto es especialmente válido en frutas no tan comunes como los higos deshidratados, dátiles o el mango deshidratado, que quizás los niños rechazarían en su forma de presentación natural.

Busca la combinación ideal

Es probable que no te guste el sabor de una fruta en su presentación fresca, pero que, aún así, sepas que es súper beneficiosa para tu salud. En este caso, una buena forma de adquirir sus nutrientes es comerla en su versión deshidratada.

Asimismo, si bien la fruta deshidratada puede tener muchos puntos fuertes, no podemos negar el hecho de que la fruta fresca tiene muchos usos y la experiencia de comerla es mucho más sensorial y disfrutable.

El momento del día también te dirá cuál es la mejor opción a elegir. Por ejemplo, la fruta deshidratada es ideal como snack, para que lo consumas en tus descansos o durante el trabajo, ya que no mancha ni la ropa ni las manos.

Es el antojo predilecto de largos viajes en coche e incluso es un gran suplemento antes de entrenar, ya que al no contener agua, nuestro cuerpo la digiere de manera rápida. Y así evitamos la sensación de pesadez durante el entrenamiento.

En cambio, la fruta fresca es ideal para comer cuando estás en un ambiente más tranquilo o en tu casa, donde puedes disfrutar de sus sabores al máximo. Es ideal para paseos largos porque además de aportar nutrientes, complementa tu hidratación.

Por esto también es ideal para consumir luego de entrenar, ya que además de rehidratarte, sus nutrientes te ayudarán a combatir el cansancio.

Como ves, realmente no existe un ganador absoluto en esta batalla entre la fruta deshidratada y la fruta fresca. Lo ideal es mantener una dieta combinada donde incorpores ambas presentaciones de frutas, y puedas sacar el mayor provecho de sus ventajas.

Juan del Real Martín

Soy economista y experto en derecho del consumo y comercio electrónico. He vivido en muchos lugares y me gusta leer y montar en moto.

Después de trabajar durante ocho años en la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), asociación de consumidores más grande de España, decidí crear y financiar Consumoteca.com de mi bolsillo en 2009 para ayudar a las personas a no ser engañadas por las empresas.

Consumoteca, con 4.365 contenidos prácticos y más de 11.000 comentarios de usuarios, tiene una vocación de servicio gratuito para toda la comunidad.

Quiero contribuir con mi experiencia y conocimientos en derecho del consumo, así como en Internet y comercio electrónico a una sociedad más informada.

Lo que me gusta de este proyecto es que está vivo y crece cada día. Todos tenemos una responsabilidad como consumidores. La mía está aquí, en Consumoteca.com.

Esta entrada tiene un comentario

  1. Bucofarma

    Me encanta la fruta desidratada, sobretodo el mango, está delicioso. Pero un inconveniente es que se come mucha cantidad con facilidad y tiene mucha azúcar, por eso es tan importante una buena limpieza dental

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