La alimentación es un proceso voluntario y consciente por el cual una persona suministra a su organismo sustancias aptas para el consumo. Comprende todo el proceso de elección, preparación e ingesta de comida y bebida.
Mientras que la nutrición es un proceso involuntario posterior por el que el organismo transforma y utiliza las sustancias nutritivas de los alimentos ingeridos para formar los tejidos, mantener el metabolismo, suministrarnos energía y conservar la salud.
El tipo de alimentación está relacionado con el medio sociocultural y económico de la persona y sus hábitos dietéticos y estilo de vida.
No basta con alimentarse, hay que nutrirse bien con una alimentación adecuada y saludable, que sea:
-suficiente para cubrir las exigencias y mantener el equilibrio del organismo,
-completa y variada en su composición, con inclusión diaria de todos los nutrientes (proteínas, hidratos de carbono y lípidos, vitaminas y minerales),
-adecuada a las diferentes finalidades en el organismo (conservar la salud, curar enfermedades, asegurar el crecimiento y desarrollo de los niños, etc.), y
-adaptada a las necesidades y al gasto energético de cada individuo.
Una alimentación adecuada y saludable es clave en la prevención y tratamiento de muchas enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes, la hipertensión, las enfermedades cardiovasculares, algún tipo de cáncer, la artrosis, la osteoporosis y algunas enfermedades mentales, no olvidemos la máxima: “mens sana in corpore sano”.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), adscrita al Ministerio de Sanidad y Política Social, es la encargada de promover el consumo de alimentos sanos y de fomentar la información, educación y promoción de la salud en el ámbito de la nutrición. En el año 2005 la AESAN puso en marcha la Estrategia NAOS (Estrategia para la Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad).
Fuentes:
Web de la AESAN (www.aesan.msc.es)
Web de la Estrategia Naos (www.naos.aesan.msps.es)