Partiendo de la base de que ya existe la necesidad de adquirir un lavavajillas, las personas suelen buscar consejos para tomar la mejor decisión. No es un acto aislado, ya que se trata de uno de los electrodomésticos más costosos a incluir en una cocina y el peso de una mala decisión se sentirá en las finanzas familiares durante cierto tiempo.
En internet hay sitios con verdaderos expertos en la materia, como el caso de Guialavavajillas.com, donde hay información interesante para todos aquellos que se plantean todas las interrogantes de rigor con respecto a la adquisición de un lavavajillas.
Y es que en la gran mayoría de los casos, las personas solo toman en cuenta el tamaño, la marca y el hecho de si pueden o no pagarlo considerando su presupuesto. Pero se dejan de considerar otros aspectos más técnicos o incluso estéticos que pueden representar un nivel de experiencia y funcionalidad superior, e incluso repercutir en el hecho de que se gaste menos dinero por una experiencia más satisfactoria.
Aunque esa clase de sitios están orientados de manera correcta, para personas que quieren hacer una elección sin posibilidad de equivocaciones, a continuación se colocan los conceptos más interesantes al respecto, para que comprar un lavavajillas sea una decisión correcta de principio a fin.
Lo primordial es establecer un presupuesto
Hay lavavajillas que no superan los 300 euros y hay otros tantos que se van por encima de los 1.000 euros de forma clara. Y en ningún caso uno puede ser mejor que el otro sencillamente tomando en cuenta el precio. Por esa razón, antes de cometer el error de gastar de más o de pretender ahorrar, pero recortando especificaciones que sí resultarán útiles, lo más saludable es partir de un presupuesto.
La elaboración del presupuesto se puede realizar no solo teniendo en cuenta el capital disponible, sino analizando el mercado de lavavajillas en busca de los modelos tentativos que tienen las funciones o especificaciones técnicas que obligatoriamente deben estar en el lavavajillas que finalmente se compre.
Hacerlo de esta manera no solo le permitirá al comprador conocer hasta dónde puede llegar -presupuesto o capital máximo- pero también qué aspectos pudiera recortar con tal de ahorrar dinero y, más que nada, qué aspectos, funciones o especificaciones son innegociables y deben estar sí o sí en el aparato.
La eficiencia energética y su importancia
La diferencia de eficiencia energética entre un modelo de lavavajillas de bajo consumo y uno convencional se siente, y bastante, en la factura de luz.
Por eso siempre va a convenir comprar electrodomésticos que tengan el etiquetado de eficiencia energética A+, A++ e incluso A+++, porque serán esos los que además de conservar el planeta y todo lo relacionado con la ecología, permitirán a las personas un uso correcto del aparato sin preocuparse por el incremento de los gastos de energía.
A menor consumo de energía, menor gasto, aunque el aparato salga más costoso. Eso es indispensable de analizar al comprar un lavavajillas porque no solo se trata de un aparato costoso, sino que se trata de un electrodoméstico que funcionará de manera óptima durante décadas en la cocina.
Por ello el mayor gasto que se realice con ese producto no será su adquisición, sino el total del consumo eléctrico durante toda su vida útil.
Cuando se eligen productos de alta eficiencia energética, se comienza ahorrando ahora y en el futuro también.
Tipos
Hubo un tiempo en el que todos los lavavajillas tenían prácticamente el mismo diseño y las mismas dimensiones. Hoy ya no es así, y por eso los tipos son tan importantes en su elección como lo son los precios y el etiquetado energético.
Escoger el tipo correcto dependerá del espacio que se tenga en la cocina, de sus funciones o de si el precio realmente compensa su elección. Así, se encuentran diversos tipos que pueden interesar:
- Pequeños y compactos: sus dimensiones los convierten en los modelos más compactos del mercado, y están pensados para familias pequeñas y, también, para casas que tienen cocinas en las que el espacio no es su principal virtud.
La mayoría cuenta con las mismas funciones que los convencionales, pero en una estructura menos espaciosa. Son, también, los más baratos. - Lavavajillas de 45 cm: misma altura que los convencionales, pero más angostos. Mismas funcionalidades que los convencionales, pero más baratos.
Ideales para pisos pequeños o para casas en las que el minimalismo y la anchura de los aparatos electrodomésticos sea importante. - Convencionales: los lavavajillas de toda la vida. Es la elección primaria en caso de que no existan mayores necesidades de espacio o de diseño.
- Integrables o panelables: aunque son tipos distintos, tienen la misma utilidad, porque parten de la idea de que se integren debajo de la encimera de la cocina -los integrables- o se integren en un espacio de los gabinetes de la encimera de la cocina y posteriormente la puerta original de ese gabinete pase a ser la puerta que abra el lavavajillas -panelables-.
El minimalismo visual, la funcionalidad y la estética son las principales necesidades de las personas que los prefieren, no difiriendo en funcionalidades con el resto de los modelos del mercado.
El apartado estético
Si bien es cierto que ya los lavavajillas actuales no son los antiguos vetustos que no tenían ningún ápice de belleza, sí es cierto, también, que hoy los modelos de lavavajillas de calidad son muy bonitos de ver y se diferencian por acabados y colores.
Por eso, aunque en funcionalidad no aporte, en decoración y realce de la belleza de la cocina sí lo hacen y por eso es bastante importante considerar estos aspectos al momento de comprar un lavavajillas.
En todo caso, siempre existirán los modelos que se integran o se ocultan en la encimera, que están hechos precisamente para acoplarse a un estilo que les permita no destacar ni obstaculizar, sino armonizar plenamente al momento que también resuelven uno de los problemas más comunes de los hogares, que es el lavado de los trastes y demás aparatos compatibles con lavavajillas y cuyo lavado manual no es precisamente agradable