¿Cómo funciona una alarma para la detección de incendios? Todo lo que debes saber

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Humo (Pascal Meier Unsplash)

Básicamente, las alarmas contra incendios son medios de prevención que funcionan gracias a un sistema de sensores que se activan en respuesta a cambios en el entorno donde se instalan, sean físicos o químicos. Por ejemplo, el humo, el calor, las llamas o la presencia de sustancias que tienden a generar combustión.

Parte importante de su funcionalidad y eficacia obedece al tipo de equipos y materiales utilizados en su fabricación. La empresa FirePiping se destaca como empresa especializada tanto en la distribución como instalación de los más exigentes sistemas de protección contra incendios.

¿Qué es una alarma contra incendios?

La alarma de incendios es un sistema que funciona de acuerdo a dos principios: la presencia de humo o calor y la ruptura del vidrio que activa el mecanismo de forma manual.

En cualquier caso, su objetivo es advertir a los usuarios del inmueble la existencia de un posible incendio e invitar a la pronta evacuación. Por lo general, la mayoría de los sistemas están conectados a la central de bomberos e incluyen un rociador que se activa automáticamente una vez detectada la señal de incendio.

Dos sistemas de activación

Si bien todo depende de la empresa y tipo de sistema elegido, en general, las alarmas contra incendios utilizan dos sistemas que los activan: el sistema manual y sensores de temperatura o detectores.

Como lo elude su nombre, el primero corresponde a los dispositivos que son activados manualmente, mientras los segundos, se activa instantáneamente después que el sistema detecta un incremento de la temperatura, la presencia de humo o gas.

Sin importar el mecanismo de activación, el sistema emite un fuerte sonido y luces que alertan sobre el peligro.

Tipos de alarmas contra incendios

Tanto en empresas como en el hogar, instalar un sistema de alarmas supone la disponibilidad de un equipo pensado para la prevención.

Aunque es posible encontrar diversas opciones, de forma generalizada, la clasificación estándar plantea tres tipos en función de la tecnología empleada en su funcionamiento.

Sistemas de detección de incendios convencionales

Es el tipo de alarma indicado para espacios reducidos y de pocos habitantes. El sistema consta de una serie de detectores y donde los circuitos individuales, son instalados en zonas estratégicas de detección para ser monitoreados a través de un panel de control.

Sus principales ventajas son los bajos costes de instalación y facilidad de programación, aspectos que convierten al sistema en la opción idónea para pisos y locales comerciales.

Sistemas de detección de incendios convencionales direccionables

A diferencia del sistema clásico, el diseño de las alarmas convencionales direccionables incluye dispositivos de detección de tecnología avanzada que, debido a su conexión con el panel de control, emiten la alerta junto a la identificación del lugar de origen del incendio. 

Para incrementar su efectividad, es necesario que dichos accesorios se instalen en determinadas zonas del inmueble. Esta particularidad incrementa su rango de alcance, sin que ello impida que sea un sistema sencillo de instalar.

Sistema de detección de incendios análogos direccionables

La tecnología empleada en este tipo de alarmas difiere mucho del resto. Su funcionamiento es totalmente inalámbrico. Para ello, se vale del uso de sensores capaces que transmiten la información al panel de control.

En tiempo real, los sensores monitorean el calor registrado y, según el registro, activan la señal de alerta que permite la pronta evacuación de los habitantes del inmueble.

Los mejores sistemas notifican la necesidad de mantenimiento y permiten ajustar el nivel de sensibilidad.

Elementos que componen una alarma para la detección de incendios

Lejos de lo que muchos suponen, los sistemas de alarmas se componen de mucho más que un simple detector, rociadores y una sirena.

En primer lugar, están los dispositivos iniciadores, los cuales están dotados de sensores que activan los rociadores. Seguidamente, se encuentran las sirenas, las cuales, en sistemas avanzados, brindan la opción de integrar una grabación en la que se explique el plan de emergencia ensayado e incluyen luces. 

La activación del sistema es automática. Al igual que los rociadores, los extintores se activan como respuesta al peligro detectado por los sensores o la ruptura manual del vidrio.

Accesorios de energía

La importancia de detectar un incendio de forma oportuna demanda que estos sistemas se mantengan constantemente activos.

Es por ello que combinan la fuente de alimentación y baterías que respalden su funcionamiento frente a fallas eléctricas durante el incendio.

Los sistemas más avanzados se conectan a centrales de emergencias. De esta manera, permiten el contacto directo con algún servicio médico asistencial y los bomberos.

Mediante este tipo de opciones, la señal es enviada automáticamente, garantizando que el equipo adecuado, se apersone al sitio del siniestro.

Finalmente, estos dispositivos cuentan con un sistema que facilita el monitoreo por lo que, no sólo brindan la opción de supervisar y controlar todo en directo, sino de detectar cualquier falla en el sistema de prevención o alarma.

¿Cuál es el mejor lugar para colocar una alarma de incendios?

En el ámbito laboral, instalar alarmas es una obligación patronal en las zonas seleccionadas como vulnerables al desarrollo de incendio, mismas que deben acompañarse de equipo estratégicos adicionales, como un extintor, por ejemplo.

Sin embargo, en el resto de los escenarios se deben instalar de acuerdo a las necesidad de cada ambiente tomando en cuenta el tipo de sistema, después de todo, son notorias las diferencias entre el funcionamiento de los detectores manuales y los sensores automáticos.

El primer tipo está recomendado para pequeñas instalaciones de bajo riesgo, donde se pueda comunicar la presencia de un incendio y lograr la evacuación oportuna de las personas.

Contrariamente, el equipo de prevención automático suele ser recomendado en edificios, siempre que los sensores se ubiquen en puntos estratégicos y posibiliten el aviso oportuno para garantizar la salida segura de los ocupantes.

En el caso de las alarmas diseñadas para emitir alerta una vez que detectan el humo, la recomendación es instalarlas en zonas destinadas a la evacuación, o lo que es igual, en las salidas de emergencias.

¿Cuál es el mejor tipo de alarma para la detección de incendios?

No todos tienen las mismas necesidades, por ende no existe un tipo de alarma mejor que otro, todo depende de las características del inmueble, de ello la importancia de verificar que se trate del sistema indicado antes de instalar.

Por ejemplo, instalar un sensor de humo cerca de la estufa de un restaurante o junto a la chimenea, puede generar una falsa alarma, mientras que, un único detector para grandes instalaciones o depósitos, tiende a ser insuficiente.

Por otro lado, conviene recordar que cada legislación establece sus propios parámetros de seguridad para las propiedades de uso comercial e industrias. En general, la instalación del sistema es una obligación que debe acompañarse de la capacitación del personal y de un protocolo de evacuación.

La clave se encuentra en la prevención

Sin importar el tipo de opción elegida, resulta imperioso realizar un simulacro después de adquirir e instalar el sistema, así como establecer protocolos y delimitar salidas de emergencia.

La seguridad es prioridad en cualquier aspecto de la vida, los incendios son emergencias bastante frecuentes, peligrosas e impredecibles. Debido a esto, es necesario contar con un sistema de prevención que permita actuar de forma rápida y resguardarse.

El objetivo de las alarmas es aprovechar el espacio de tiempo que existe cuando apenas el fuego comienza a propagarse, aspecto que supone la evacuación de las personas y el uso de los equipos de emergencia que posibiliten controlar el incendio.

Juan del Real Martín

Soy economista y experto en derecho del consumo y comercio electrónico. He vivido en muchos lugares y me gusta leer y montar en moto.

Después de trabajar durante ocho años en la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), asociación de consumidores más grande de España, decidí crear y financiar Consumoteca.com de mi bolsillo en 2009 para ayudar a las personas a no ser engañadas por las empresas.

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