Residuo inerte
Un residuo es cualquier sustancia u objeto del cual su poseedor se desprenda o tenga la intención o la obligación de desprenderse.
Residuo inerte es aquel residuo no peligroso que no experimenta transformaciones físicas, químicas o biológicas significativas, no es soluble ni combustible, ni reacciona física ni químicamente ni de ninguna otra manera.
El residuo inerte tampoco es biodegradable, ni afecta negativamente a otras materias con las cuales entra en contacto de forma que pueda dar lugar a contaminación del medioambiente o perjudicar a la salud humana.
Características del residuo inerte
La lixiviabilidad total, el contenido de contaminantes del residuo y la ecotoxicidad del lixiviado deberán ser insignificantes para que se le considere residuo inerte.
Y en particular, se dice que un residuo inerte no deberá suponer un riesgo para la calidad de las aguas superficiales o subterráneas.
Residuo peligroso
En las antípodas de un residuo inerte están los residuos peligrosos, que son aquellos que provocan daño a la salud humana y/o al medioambiente, con independencia de su estado líquido o sólido, o de su composición biológica, química o de otra naturaleza.
En grandes líneas un residuo es peligroso porque es corrosivo, inflamable, tóxico o radioactivo.
* Real Decreto 105/2008, de 1 de febrero por el que se regula la producción y gestión de los residuos de construcción y demolición (RCDs) (ver online).