Una compañía de alquiler de coches tiene la dificultad de que pone continuamente a disposición de usuarios que no conoce autos que no sabe en qué estado volverán a los dos o tres días, o ni siquiera si volverán. Por esa razón, nos exigen al contratar muchas garantías como adelantar nuestra tarjeta de crédito, comprobar nuestro carnet de conducir o casi obligarnos a pagar un seguro a todo riesgo bajo amenaza de «excomunión», que al final hacen que el precio definitivo pagado no tenga nada que ver con el original que vimos en esta o en aquella web de alquiler de coches. Otro tema es por qué se les permite hacer cualquier publicidad online ofreciendo precios que no son reales, de igual forma que las compañías de vuelo low cost están obligadas a mostrar precios finales.
De ahí que alquilar coche online es un auténtico fastidio para los consumidores, que vemos cómo, frente a un precio online por día muy competitivo terminamos pagando mucho más una vez en la oficina (cualquiera de marcha atrás en ese momento), y cláusulas abusivas al alquilar un coche online como la que te obliga a devolver el depósito de combustible lleno bajo penalización mucho mayor que el coste de los litros de gasolina que caben en el coche.
En la web de Consumo de la Comunidad de Castilla y León podemos ver un interesante caso de un usuario al que le cobraron en su tarjeta de crédito el coste de la reparación por un error que había cometido el anterior usuario, al dejar lleno el depósito de combustible con la gasolina equivocada.
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El caso
El consumidor que sufrió el atropello en su tarjeta de crédito alquiló un coche con el depósito lleno para viajar de Ponferrada a Lisboa.
Antes de llegar a Lisboa el coche falló y tuvo que llamar a la grúa de la compañía de alquiles y cambiar de coche.
A la vuelta de su viaje, una vez en Ponferrada le cargaron en su tarjeta 591,25 € por haber repostado con gasolina en vez de con gasoil como el motor diesel del coche le pedía.
El cliente negó la mayor indicando que no era verdad ya que salió de alquilar coche online con el depósito lleno y en ningún momento necesitó repostar.
Por ello solicitó la devolución del dinero cobrado de más, y que sólo se le cargara el importe por el alquiler del coche.
La empresa de alquiler alegaba para haber cargado los 591 euros al cliente que tomaron una muestra de combustible del depósito y que era erróneo.
Pero no podía demostrar si el error se debía al usuario reclamante o al anterior, que dejó el depósito lleno.
Por ello, canceló la factura de reparación del vehículo pero no el coste del consumible, ya que en la factura se encontraban sumados los importes del segundo vehículo que tuvo y del primero ya que, en todo caso, el depósito se entregó lleno y al haber tenido que sacarlo por estar mezclado, fue necesario llenar ese tanque por completo.
Posteriormente y por vía amistosa la empresa decidió realizar el abono al cliente del repostaje de la parte proporcional de gasolina del primer vehículo.
Solución vía arbitraje de consumo
Por esa razón, ambas partes decidieron someter la reclamación del cliente a la Junta Arbitral de Consumo de Ponferrada.
El arbitraje se celebró, acordando el Colegio Arbitral estimar la reclamación del cliente, aunque, como ya había sido solucionada entre las partes, el cliente quedó satisfecho.
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