¿Por qué los automóviles en EEUU alcanzan velocidades a las que no pueden circular legalmente?

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Neumático coche deportivo

El límite de velocidad promedio en los Estados Unidos es de 70 millas (112 km) por hora. Pero el automóvil promedio puede viajar al doble de esa velocidad.

Desde enero de 2022, el automóvil más rápido que se puede conducir legalmente en las carreteras de Estados Unidos, el SSC Tuatara, alcanza un máximo de 282.9 mph (455.2 km/h).

Sin embargo, el límite de velocidad más alto señalizado en el país es de 85 mph (136 km/h) en un tramo de 40 millas de la autopista estatal 130 de Texas. Esto significa que bólidos como el Tuatara no pueden en ningún caso llegar, legalmente, a la mitad de su capacidad de velocidad máxima, en la carretera más rápida de Estados Unidos.

En este post intentamos responder a esta aparente contradicción, la de la velocidad máxima permitida frente a las prestaciones de los coches que los fabricantes ponen a nuestra disposición.

El exceso de velocidad y la muerte en la carretera

El exceso de velocidad es un factor, en más de una cuarta parte, de todas las muertes por conducción en los EE.UU. Eso equivale a 25 muertes por día en algunos años, lo que lleva a cientos de demandas relacionadas con accidentes por exceso de velocidad.

La mayoría de los automóviles modernos están equipados con control electrónico de estabilidad, detección de puntos ciegos y asistencia al conductor. Sin embargo, se echa en falta un controlador de velocidad que limite electrónicamente la velocidad máxima de un automóvil.

Esta es una opción en algunas marcas y modelos de vehículos, pero está lejos de ser un requisito legal. Solo el fabricante Volvo, históricamente acreditado con el cinturón de seguridad de 3 puntos, ha limitado la velocidad de sus autos a 112 mph (180 km/h).

Sin embargo, la mayoría de los accidentes relacionados con la velocidad se registran muy por debajo de esa cifra.

Automóviles demasiado rápidos

Mecánicamente, un automóvil con un motor más potente y rápido tiene sus argumentos, y la industria automovilística lo sabe.

Por un lado, puede incorporarse a las carreteras de manera más segura, y adelantar a los camiones con mayor suavidad a un ritmo rápido. Económicamente hablando, un motor holgado puede ahorrar combustible si mantiene un ritmo constante a un régimen de revoluciones bajas.

Aun así, en Estados Unidos se emiten cada año 41 millones de multas por exceso de velocidad, lo que testimonia un gran apetito de los ciudadanos por simplemente ir más rápido.

Por su parte, las motocicletas pueden alcanzar velocidades cercanas a 185 mph (297 km/h) con la misma facilidad que los automóviles, aunque siendo tres veces más peligrosas.

El Gobierno de EE.UU. ha dudado, durante mucho tiempo, en interferir con el acceso del público a los autos rápidos, a pesar de las innumerables campañas contra el exceso de velocidad.

Esto se debe a una mezcla de discordia pública sobre los límites de velocidad actuales, y la gran influencia que tiene la industria automotriz en los legisladores, a través del lobby las contribuciones en las campañas políticas.

No en vano, las ventas de automóviles representan el 3.5% del PIB del país. A su vez, no existe ningún incentivo para que los fabricantes de automóviles fabriquen vehículos más seguros y con limitación de velocidad.

Es por ello que, desafiando la inacción del Gobierno, los defensores de la seguridad se enfocan en diseñar carreteras que desalienten a las personas a sobrepasar los límites de velocidad.

Dado que el exceso de velocidad es más probable en carreteras más anchas, una idea es reducir el ancho de los carriles a 10 pies en las ciudades. Esto estrecha el campo de visión del conductor, lo que hace que disminuya la velocidad.

También se propone crear cruces peatonales de alta visibilidad, árboles en las calles y extensiones de bordillo desplazadas llamadas chicanes.

Situación en Europa

Al otro lado del charco, la Unión Europea dictaminó, recientemente, que todos los automóviles vendidos después de mayo de 2022 tendrían limitadores de velocidad.

La tecnología conocida como Asistencia de Velocidad Inteligente (ISA por sus siglas en inglés) no se aplica mecánicamente, pero advertirá a los conductores cuando superen el límite.

Sin embargo, la seguridad está creciendo como una de las principales preocupaciones de los conductores de automóviles europeos, lo que hará que el exceso de velocidad se convierta en un tema principal de discusión los próximos años.

Juan del Real Martín

Soy economista y experto en derecho del consumo y comercio electrónico. He vivido en muchos lugares y me gusta leer y montar en moto.

Después de trabajar durante ocho años en la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), asociación de consumidores más grande de España, decidí crear y financiar Consumoteca.com de mi bolsillo en 2009 para ayudar a las personas a no ser engañadas por las empresas.

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