De todos los regalos posibles que puedas hacer para una ocasión muy, muy, especial, hay dos cosas que, cada una a su escala, nunca fallan: un buen ramo de flores y una piedra preciosa. Y de todas las joyas, el diamante es tal vez la más codiciada y será la más apreciada. En este post te ayudamos a elegir un diamante, ya se trate de sortijas o de anillos de compromiso, para que vayas a tu joyero con un buen conocimiento técnico sobre esta piedra preciosa.
Tabla de contenidos
Qué es un diamante
Parece una obviedad explicarlo, pero no todo el mundo sabe con precisión qué es un diamante. Así que empecemos por definirlo.
Un diamante es un mineral de carbono cristalino incrustado en rocas ígneas y metamórficas (kimberlitas y lamproitas) en minas en profundidad o a cielo abierto. Los grandes productores de diamantes del mundo son Rusia, Bostwana, la República Democrática del Congo, Australia y Canadá.
El diamante en bruto posee dos grandes cualidades: su dureza (tiene un 10, el máximo posible, en la Escala de dureza de materiales de Mohs) y su belleza natural gracias a su brillo y transparencia una vez tallado por el joyero.
Su precio se determina en la Bolsa de Diamantes de Amberes (Bélgica) que ofrece una cotización diaria en función de tres parámetros: peso, color y pureza.
Características de los diamantes que inciden en su valoración
Si tienes curiosidad por saber los factores que determinan el valor de un diamante, hay cinco, y son estos: peso, color, pureza, talla y fluorescencia. Los cuatro primero son técnicos y el quinto más un criterio de aceptación en el mercado que un criterio técnico como tal.
Peso del diamante
El peso o quilataje de esta piedra preciosa se mide en quilates (carat, en inglés).
Un quilate equivale a 0,20 gramos de peso y tiene un precio dado en función de la cotización diaria ofrecida por la Bolsa de Amberes.
Sin embargo, un diamante con el doble de quilates no vale el doble sino 4 veces más. Es decir, que el precio aumenta exponencialmente a medida que aumenta su quilataje. Por tanto, un diamante es proporcionalmente más valioso cuanto mayor su peso en estado bruto.
Color del diamante
El color (en inglés color o colour) es otra cualidad importante de cualquier piedra preciosa como el diamante. Se determina con una escala internacional ofrecida por el laboratorio gemológico G.I.A. (Gemological Institute of America).
El rango de esta escala comprende 14 colores, cada uno acompañado por una letra del alfabeto, comenzando por la D y terminando por la Q (D, E, F, G, H, I, J, K, L, M, N, O, P, Q).
La letra D es la más valorada (diamante incoloro perfecto) de la escala y la Q, la menos (diamantes amarillentos). Por tanto, un diamante totalmente incoloro valdrá mucho más, a igualdad de quilataje, que uno con una coloración más amarillenta.
Pureza
La pureza de los diamantes se conoce en inglés como «clarity».
Se mide por el brillo que desprende la piedra al acercarse a una fuente de luz. Y se hace con una lupa de 10 aumentos, siguiendo, de nuevo, una escala de pureza del G.I.A. con 11 valores posibles.
Durante su formación de cientos de años, estos cristales pueden mostrar marcas externas e inclusiones internas que empobrecen, aunque muy ligeramente su valía. Lo que hace que las piedras puras no tengan ningún tipo de característica interna.
Estas piedras llevan la F de Flawless del G.I.A., y reflejarán muchísima más luz que las de menor pureza.
Talla
El último de los aspectos técnicos a la hora de dar salida a esta piedra preciosa es su talla (en inglés «cut»). Es decir, la forma en que ha sido desbastado, cambiando su estado de gema a joya.
Esta forma de tallar se valora por la calidad del trabajo y la técnica empleada en el corte de la pieza para darle forma. También existe una valoración de la piedra final dependiendo del ángulo de corte, de la simetría de cada cara, del brillo final conseguido homogéneamente, etc.
Fluorescencia
La fluorescencia es un aspecto más subjetivo de mercado que técnico. Por eso no se suele incluir en las 4 C´s anteriores (carat, color, clarity, cut) que se tienen en cuenta en los mercados internacionales para determinar el valor de una piedra.
Se mide en función del brillo de la piedra en ambientes con luz de neón oscura. Cuanto mayor su brillo en estas condiciones, peor la aceptación por la clientela. Es decir, que los diamantes con fluorescencia acusada (Strong, en inglés), tienden a cotizar menos que las que no la tienen (None) o muy leve (Faint).
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Compres donde compres tu diamante, te deberán dar siempre un certificado gemológico con el detalle de sus características anteriores que hemos visto en este post.
