Placa de inducción
Una placa de inducción es un electrodoméstico utilizado para cocinar y calentar alimentos. La temperatura se genera mediante un campo magnético que se crea debajo del cristal, aunque en este tipo de placas la superficie siempre permanece fría por lo que no hay posibilidad de quemaduras y supone un gran ahorro de energía.
Funcionan por aplicación de la Ley de Faraday que explica cómo la generación de un campo magnético entre dos superficies (la placa y la base del cazo o sartén a calentar) se transforma en calor sobre la base de estas.
Ventajas de la placa de inducción
La principal ventaja de la placa de inducción es que muy fácil controlar la temperatura de cocción y la pérdida de calor al utilizarla es mínima. Al funcionar sólo cuando tienen un recipiente sobre ellas, se aprovecha plenamente la energía.
Otras ventajas:
- Son seguras: ya que si apoyas una mano encima no te quemarás.
- Su limpieza es muy fácil gracias a su superficie totalmente lisa y acristalada.
- Muy rápidas calentando: posiblemente la mitad de tiempo que una fuente de calor eléctrica.
- Bajo consumo: el coste en consumo eléctrico de una placa de inducción es mucho menor al de una placa de vitrocerámica (la mitad aprox.) e incluso menor al consumo/coste de una cocina de gas (para España).
A tener en cuenta al comprar una placa de inducción
-El destino de tu placa será el mismo que la vitrocerámica o cocina de gas. Mídelo. Lo habitual es que sea de 60 centímetros de ancho (aunque también hay placas de 80 cm y de 90 cm).
-Antes de comprar piensa en el nuevo de quemadores que necesitas para tus hábitos de cocina. Hay placas con 2, 3 o 4 focos de calor.
-Elige un modelo con mandos táctiles mediante tu huella digital. Son cómodas y fáciles de limpiar.
