«Qué cosas comprar tras una operación de cadera». Fecha publicación: 23 diciembre 2024.
Una de las intervenciones quirúrgicas más frecuentes en el área de traumatismo de los hospitales es la fractura de cadera. Nos hacemos cada vez más mayores y la osteoporosis se hace notar tras algún traspiés involuntario en casa o en la calle, llevando al paciente directo al quirófano. A los hijos y demás cuidadores nos toca dar la cara y hacer lo necesario para que nuestros mayores puedan salir del trance con rapidez y comodidad y recuperarse para la vida que venían llevando, cuanto antes.
Pues bien, tras el postoperatorio de cadera y con el alta médica vienen una serie de necesidades para la persona mayor que conviene tener pensadas. En este post te cuento mi experiencia personal con la búsqueda de un andador y de un alzador de inodoro tras la rotura de cadera de mi madre de 80 años.
Tabla de contenidos
Fractura de cadera
Principal causa de ingreso en mayores
Según el Instituto de Información Sanitaria (ver PDF):
La fractura de cadera, en los pacientes ancianos, es la causa más frecuente de ingreso en el hospital en los servicios de traumatología y ortopedia.
Es una lesión de creciente importancia en el conjunto de la sociedad, tanto en términos económicos como sociales, que afecta directamente a los que la padecen e indirectamente a su estructura de apoyo.
Más femenina que masculina
Además, añade que
Desde el punto de vista epidemiológico, las fracturas de cadera son más comunes en mujeres que en hombres, porque éstas tienen menos masa ósea y a partir de la menopausia la pérdida de calcio es mayor, lo que incrementa el riesgo de fractura ante una caída o un golpe fuerte.
Algunas cifras interesantes
Según el Registro Nacional de Fracturas de Cadera (Informe Anual 2021), en 2021 se registraron 48.000 pacientes, siendo el perfil más común de pacientes el de una mujer (75% de los casos) con una edad media de 87 años.
La estancia media hospitalaria de la anterior muestra de pacientes fue de 9,9 días y la buena noticia es que el 82 % de los pacientes atendidos quirúrgicamente conservan la movilidad previa a la fractura con autonomía.
Recuperación tras la intervención
Cada paciente es un mundo, pero en general, si se trata de una persona mayor sana y sin sobrepeso, con plena capacidad intelectual, los médicos recomiendan actividad física desde los primeros momentos. En concreto es recomendable andar, con la ayuda de muletas o de un andador. Y, si es necesario, se debe recurrir a la ayuda de un/a fisioterapeuta.
Por otra parte, hay que evitar la torsión de la pierna operada ni sentarse con las piernas cruzadas. En cuanto a las escaleras, los sanitarios recomiendan «subir al cielo, y bajar al infierno», es decir, subir escaleras con la pierna buena primero, pero bajarlas con la recién operada. Y para arrancarse a caminar echar primero adelante la pierna operada.
En cuanto a los cuidadores, es bueno tener previstas algunas ayudas técnicas que hagan más llevadera la recuperación del paciente. Entre ellas destaco las dos que he tenido que agenciar estos días para mi madre.
Andador o muletas
A mi modo de ver, las muletas están más pensadas para una persona más joven con fortaleza en brazos y un buen sentido del equilibrio. Y, en todo caso, para los ancianos operados, ya en una fase de recuperación avanzada.
Para los recién operados es más práctico un andador. Esta ayuda técnica permite apoyarse con seguridad sobre sus cuatro soportes, con una ligera inclinación hacia delante que evite el riesgo de nueva caída.
Tipos de andadores
En el mercado tienes dos tipos de andadores ideales para personas mayores y recién operados de cadera o similar que necesiten dar sus primeros pasos tras una intervención: andadores de interior y de exterior.
Andador de interior
El de interior es un andador que lleva dos pequeñas ruedas delanteras. Los pilares traseros, más próximos al paciente, terminan en sendas gomas que aseguran el frenado del dispositivo en caso de abalanzarse el usuario hacia adelante. Algunos modelos incorporan un asiento abatible que permite al usuario descansar cuando sienta fatiga.
Las ventajas de estos modelos son su sencillez, el poco espacio que ocupan plegados y que son ligeros de peso. En cuanto a los inconvenientes, destacan sus ruedas delanteras que, al no girar, pueden dificultar el desplazamiento de la persona si no es capaz de altar el conjunto para modificar su trayectoria.
La banda de precios de estos andadores de interior oscila entre los 50 y los 90 euros.
Andador de exterior
Un modelo más avanzado de andador es el de exterior.
En este caso, el dispositivo viene equipado con ruedas en sus cuatro pilares, permitiendo el giro las delanteras. Además, tienen frenos similares a los de las bicicletas o bien un sistema de frenado por presión vertical, en caso de que el usuario tropiece o vaya a caer de bruces. Los modelos más completos tienen un práctico cestillo bajo el taburete y un tope para la espalda en caso de usarse sentado.
Sus principales ventajas son el uso en exterior con giro en las ruedas, el espacio de almacenamiento cuando el mayor hace sus compras, los frenos y que es plegable.
Entre los inconvenientes estarían su mayor peso, que pueden ser peligrosos si la persona mayor no controla adecuadamente el frenado, y que ocupan mayor espacio, incluso plegados.
Sus precios oscilan entre los 70 y los 150 euros.
Comprar o alquilar
Todo dependerá del tipo de paciente y del posible uso tras la operación. Y de la posibilidad de nuevos usos tras la recuperación de la primera intervención.
Para pacientes con un buen estado de salud general, la recuperación será más rápida que para un anciano con problemas de movilidad. Los médicos auguran, cada caso es un mundo, entre dos o tres meses antes de pasar a usar muletas. En el primer caso, el alquiler es una buena opción.
Un rápido estudio de mercado en la ciudad de Madrid, nos da estos resultados a la hora de alquilar.
Mundo Dependencia
Anuncia en su web un precio de 15 euros mensuales.
Sin embargo, cuando te presentas en sus instalaciones de la calle Maudes (Madrid), te dicen que se trata de un error informático y que están en vías de solucionarlo. Para mí es más bien publicidad engañosa ya que su precio inicial es más del doble.
Además, en mi caso no disponían de ningún modelo en alquiler, y la opción de compra del andador más sencillo, de interior, comenzaba en 99 euros.
Mala experiencia, mala formación del empleado y poco compromiso.
Hidelasa
El otro lado de la moneda es Hidelasa (ortopedia en Avenida de América, también en Madrid). El trato dispensado por la chica encargada es excepcional. Además, tiene un perfecto control de las necesidades de la paciente, y te sabe recomendar la solución mejor para tu necesidad.
El alquiler de un andador de interior asciende a 26 euros mensuales, y hay que dejar una fianza de 40 euros. Se firma un contrato de alquiler de material ortopédico.
Lo más relevante del mismo es que como arrendatario, debes devolver el aparato en el mismo estado en el que se te entrega y estar al tanto del vencimiento del plazo de alquiler para renovar un mes más o devolver la ayuda técnica en plazo.
Elevador de inodoro
Otra ayuda técnica indispensable para la persona recién operada de cadera es un alzador o elevador de inodoro. Es importante llevar a la ortopedia una imagen de la taza de váter abierta para ver la compatibilidad de modelos.
El modelo más práctico es el que eleva 10 cm la altura de la taza. Esto permitirá al usuario poder flexionar sus piernas lo suficiente para no tener dolor. E incorporarse una vez hecho uso del inodoro.
Sus precios oscilan entre los 30 y los 50 euros.