Diez consejos de uso y conservación de una tarjeta de débito

Una tarjeta de débito es un medio de pago con cierta sofisticación tecnológica que permite a su titular hacer compras en su condición de “tenedor” de la misma.

Por tanto, una vez en nuestro poder, es aconsejable tomar ciertas precauciones para que la tarjeta sirva para su cometido, de facilitarnos la vida de una forma segura y cómoda.

Consejos de uso

A la recepción de la nueva tarjeta

Nada más recibir en nuestro domicilio una tarjeta de débito es recomendable firmarla con nuestro nombre.

Si no lo hacemos, al menos, como aconsejan las asociaciones de consumidores, incluir en el hueco para la firma un “Pedir DNI” destinado a los dependientes de comercio cuando alguien les presente la tarjeta para hacer una compra.

Activación de la tarjeta

Deberías recibir por otro conducto o correo postal, separado del envío de la tarjeta, el número de identificación personal (PIN) con instrucciones para activarla.

Mientras no esté activa, la tarjeta en principio es inerte y no debería poder ser utilizada por nadie.

Cambiar el PIN original

Una vez activada, es aconsejable proceder a la modificación del número de identificación personal (PIN) por uno de nuestra preferencia.

Utiliza para ello un cajero o el servicio de banca telefónica (ojo, requiere firmar un nuevo contrato que el de cuenta bancaria y el de la tarjeta bancaria) de tu entidad bancaria.

Deber de custodia

Respecto al número de identificación personal (PIN), es nuestro deber custodiarlo y ser diligentes en su utilización: no se lo facilites a nadie y no lo tengas por escrito junto con la tarjeta, por ejemplo, en tu cartera.

Precauciones en el comercio

Siempre que pagues una compra con tarjeta exige al dependiente, si no lo ha hecho, que compruebe y coteje tu identidad, y que compruebe que la foto de tu documento de identidad.

Compras online con tarjeta

Siempre que pagues con tu tarjeta en una tienda online, verifica antes que las páginas donde se haga el pago sean seguras (su URL empezará por https en vez de http).

Si además de tu nombre completo y fecha de caducidad exhibidos en el anverso de tu tarjeta te piden el código de tres cifras del reverso (CVV2), mejor.

Y si pagas en el entorno de tu banco con una clave para compras online, mejor (Mastercard secure code y Verified by Visa).

Cajeros automáticos

Ten la máxima precaución en los cajeros automáticos:

-Al teclear el PIN, pon una mano libre justo por encima de la mano con la que escribas para evitar que una cámara oculta pudiera quedarse con tu serie de números;

-Al sacar el dinero no olvides la tarjeta;

-Que nadie te dé conversación de ningún tipo en el cajero ni se acerque más de la cuenta. Da una voz y dirígete con energía al que lo haga.

Phishing

Mucho cuidado con el Phishing, es decir, con proporcionar cualquier dato bancario o de tu tarjeta a nadie, tampoco tu banco. Y cuidado con los mails que suplantan la identidad de una empresa o un banco para pedirte que accedas con tus claves al objeto de lo que sea.

Desconectar la sesión de banca online

Siempre que operes online con tu banco, pulsa en el enlace “desconectar” o “Cerrar sesión”.

Esto hará que se borren las cookies de tu navegación y que nadie pueda intentar recuperar tus datos ni acceder a tu sesión.

Esto es obligatorio siempre que navegues desde un dispositivo público.

Banda magnética de la tarjeta

Guarda tus tarjetas sin entrar en contacto con la banda magnética de otras tarjetas ni con cierres magnéticos en carteras, ni en lugares próximos a un televisor. Las emisiones pueden dañar la banda magnética y dejar la tarjeta inutilizable.

Y recuerda que, una vez caducada tu tarjeta, hay que destruirla y disponer de ella en distintos pedazos, en distintas bolsas de basura.

Juan del Real Martín

Soy economista y experto en derecho del consumo y comercio electrónico. He vivido en muchos lugares y me gusta leer y montar en moto.

Después de trabajar durante ocho años en la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), asociación de consumidores más grande de España, decidí crear y financiar Consumoteca.com de mi bolsillo en 2009 para ayudar a las personas a no ser engañadas por las empresas.

Consumoteca, con 4.365 contenidos prácticos y más de 11.000 comentarios de usuarios, tiene una vocación de servicio gratuito para toda la comunidad.

Quiero contribuir con mi experiencia y conocimientos en derecho del consumo, así como en Internet y comercio electrónico a una sociedad más informada.

Lo que me gusta de este proyecto es que está vivo y crece cada día. Todos tenemos una responsabilidad como consumidores. La mía está aquí, en Consumoteca.com.

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